La radiofrecuencia en estética es un tratamiento que consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel para atacar a las diferentes capas que esta tiene y mejorar el colágeno, la circulación, la disolución de grasa, el drenaje linfático… 
Es un tratamiento no invasivo e indoloro capaz de entrar en las capas más profundas de la dermis y actuar sobre ellas. 
Se utiliza para el tratamiento de la celulitis y la flacidez de la piel en cualquier parte del cuerpo, proporcionando una mayor elasticidad a los tejidos y una piel más tersa y, como consecuencia, la reducción de las arrugas y flacidez. Los efectos se logran habitualmente a partir del mes de tratamiento y mejoran en los siguientes, aunque esto dependerá del estado del colágeno de cada persona. Se necesitan entre cuatro y diez sesiones, en función de la superficie corporal a tratar.
 
Sus beneficios para nuestro cuerpo son todos los siguientes:
 
 
Reduce la retención de líquidos gracias a su masaje linfático en profundidad.
Mejora la circulación en la zona tratada, así como una mejora considerable de firmeza y suavidad.
Formación de colágeno que hace que nuestra piel recupere la firmeza perdida.
Elimina toxinas y favorece la eliminación y prevención de la celulitis.
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Las ondas alcanzan las células de grasa localizadas, elevando la temperatura hasta aproximadamente los 42ºC, lo que rompe dichas células, eliminando la grasa. La grasa permanece en el espacio intersticial entre las otras células, hasta  4 horas, para que sean eliminadas definitivamente del cuerpo deberá realizar un drenaje linfático en la zona que fue tratada o debe realizar alguna actividad física que sea capaz de quemar toda la grasa excedente.